No conoces a Jack: ¿el hombre que ayudaba a morir con respeto y dignidad?

you_dont_know_jack_4778En la película se muestra la labor del doctor Jack Kevorkian, que intentó terminar con el sufrimiento y la agonía de los pacientes con objeto de proporcionarles lo que él consideraba una muerte indolora y digna.  En una de  las escenas iniciales el doctor observa a una anciana cansada y agónica conectada a múltiples aparatos para mantenerla con vida. A partir de ese momento comienza un intenso proceso de estudio acerca del suicidio asistido y la eutanasia, que le lleva a la búsqueda de un procedimiento rápido e indoloro que permita la muerte del paciente. En base a este objetivo, desarrolla un aparato que le permitía la aplicación de una inyección intravenosa  que dormía al  paciente mediante la administración de un miorrelajante y de cloruro de potasio,  lo que  provocaba un fallo cardíaco.

Si analizamos los principios bioéticos que subyacen en el film encontramos que:

Autonomía: El paciente  tiene la capacidad de decidir sobre su vida y qué hacer con ella. Este principio estuvo presente en el transcurso del trabajo del Dr. Kevorkian. De hecho, los pacientes tomaban sus propias decisiones, no interfiriendo él sobre las mismas. Aunque acudían a él, buscando su ayuda, hacían uso de su autonomía. En la película hay una paciente que podría  cuestionarse este principio, la Sra. Adkins, que había manifestado su decisión pero que  podría  no haber sido válida debido a que presentaba Alzheimer.

No Maleficencia: El Dr. Kevorkian ayudaba a terminar con el sufrimiento de sus pacientes. En la mayoría de los casos, estaban cansados de padecer largos tratamientos sin capacidad terapéutica derivados de enfermedades incurables.

Beneficencia:Actuación en beneficio de otros, no causar daño e intentar alcanzar el bienestar del otro. En la película se observa como el doctor va buscando el bienestar del enfermo y teniendo siempre en cuenta la autonomía del paciente.

Justicia: Aunque el fin es evitar las desigualdades, de forma que todos seamos tratados de igual manera,  durante el transcurso del film se pueden apreciar tintes de desamparo por parte de un amplio sector de la sociedad. De hecho, el Dr. Kevorkian estaba solo en la lucha por ayudar a los enfermos y a sus familiares.

En este sentido, cabe destacar las recientes declaraciones del científico Stephen Hawking, donde manifestó: «Creo que aquellos que tienen una enfermedad terminal y sufren de un gran dolor deben de tener el derecho de poder decidir finalizar sus vidas y aquellos que los ayudan deben ser libres de ser procesados [por la justicia]. Si no dejamos a los animales sufrir, ¿porque sí a los humanos?”.

Tanto la eutanasia como el suicidio asistido son cuestiones que socialmente desencadenan una enorme controversia. Se trata de poner fin a una vida llena de sufrimiento y de dolor, considerando que toda persona puede ejercer su derecho a decidir cómo quiere vivir y de la misma forma, morir.

Desde este punto de vista, estimo que además de proteger y velar por la calidad de vida de las personas, una faceta relevante del profesional sanitario en este ámbito consiste en el apoyo a las decisiones que el paciente adopte referentes a la calidad de vida en sus últimos momentos.

Parece que esto sólo se plantea cuando el paciente está ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos totalmente monitorizado, siendo el familiar el que solicita que se le desconecte para poner fin a su vida. En cambio, en aquellas personas que tienen alguna enfermedad incapacitante o terminal no está tan claro que puedan contemplar esta opción. Las personas deberían ser libres y decidir cuando quieren poner fin a su vida y hasta cuando quieren seguir sufriendo.

María Victoria Puertas Plaza